En 1925 el doctor Ferdinand Huneke, médico alemán, administró por error a su hermana, que sufría intensos ataques de migraña, una inyección intravenosa del anestésico clorhidrato de procaína, tras la cual desaparecieron inmediatamente sus dolores de cabeza que no volvieron a manifestarse. A esta “curación en un instante” Huneke la denominó “fenómeno en segundos”. Este hecho fue el punto de partida de una intensa investigación en las posibilidades de utilización de la procaína, a la cual se denominó Terapia Neural, formando parte de los métodos de la Medicina Naturista o Biológica.
Desde la antigüedad se habían utilizado diferentes terapias teniendo en cuenta los reflejos cutiviscerales de una forma empírica, pero las investigaciones básicas de los doctores Ferdinand y Walter Huneke, fueron las que permitieron por primera vez esclarecer y comprender los diferentes mecanismos de acción, desconocidos hasta entonces.
En el caso de la interrupción de la transmisión del impulso en una fibra nerviosa del sistema neurovegetativo, muy significativo en la terapia neural no es por el efecto como anestésico local de la procaína si no por diversas reacciones de la zona inervada por el sistema nervioso simpático.
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